En Diciembre de 2023, y tras realizar la ruta al Chorro de Valdesotos, continué con esta otra, que permite alcanzar el Puente Medieval de Valdesotos y la Hoz del Jarama, un lugar singular donde se pueden contemplar buitres anidando en los riscos, llegando finalmente hasta las ruinas del monasterio de Santa María de Bonaval (orden del Císter):
Índice
Hoz del Jarama y Monasterio de Santa María de Bonaval (Guadalajara)
8 KM | 2H | Baja / Media | 150 M. | > 5 años | No | Sí | No |
Parking
Para realizar esta ruta de senderismo se puede dejar el coche en un apartadero de la GU-195, en las proximidades del puente medieval de Valdesotos. Hay espacio para unos 4 coches:
Puente Medieval de Valdesotos
Desde donde hemos dejado el coche, en un par de minutos llegamos a este precioso puente de 3 arcos y origen medieval:
Se encuentra levantado sobre el río Jarama y la frondosa vegetación de su alrededor lo embellece todavía más:
Tras cruzar el puente, enseguida vemos las formaciones de las Cuevas de Valdesotos:
Cuevas de Valdesotos
En el margen izquierdo del río se encuentra el yacimiento Jarama II, en una pequeña cueva de difícil acceso. Pertenece al Magdaleniense, donde se han encontrado restos humanos, animales y de industria:
En este paraje, se encontró la obra de arte el «Glotón de Valdesotos» o «Glotón de Jarama», que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional (MAN).
Hoz del Jarama
Una vez visitado el entorno de las Cuevas de Valdesotos, seguimos un estrecho senderito que nos lleva hasta la GU-195. En realidad salimos al mismo sitio que si desde donde hemos dejado el coche, anduvieramos por la carretera unos pocos metros. Hay que coger el sendero de tierra que se ve enfrente:
Para llegar a las ruinas del Monasterio de Santa Maria de Bonaval desde ese punto, son 3’5 km a través de la Hoz del Jarama. Así que ida y vuelta son 7 km:
Esta primer parte es quizás la más peligrosa si vas con niños pequeños, pues es bastante estrechita y puede haber una buena caída por la parte izquierda, Si van controlados no debería haber problema:
En esta parte también hay riscos donde se encuentran también cuevas, pero están comidas por la vegetación, que dificultan el acceso:
Después el camino se estrecha y forma un senderito con vegetación baja a ambos lados:
Llegamos a un territorio donde abundan las encinas, particularmente esta encina centenaria, que aparece en mitad de nuestro camino, no hay necesidad de desviarse:
Llegamos a una de las partes más bonitas del recorrido, es la denominada Hoz del Jarama y en los roquedos más elevados se pueden observar buitres leonados, águilas perdiceras o alimoches:
En las zonas de llanura, se pueden encontrar mamíferos como el corzo, el jabalí o el ciervo.
Entre las especies de árboles destacan, aparte de las mencionadas encinas de portes asombrosos, los bosquetes de robles quejigos y arces. A lo largo del curso del río Jarama, se encuentran los árboles de ribera: alamo negro, fresno o el aliso:
El río Jarama es el protagonista de este espacio, tras su nacimiento en la Sierra de Ayllón, por lo que estamos transitando por su curso alto. En el propio curso del río y sus riberas se pueden encontrar: nutrias, truchas, cangrejos o barbos.:
Me encantó esta parte donde los árboles presentaban un aspecto un poco siniestro:
Otro elemento muy llamativo es la presencia de abundante musgo en muchos tramos de la senda, sinónimo de la escasa contaminación de este paraíso natural, y que a mi juicio le da un toque mágico a toda la ruta:
La presencia de esta bifurcación nos indica que estamos al lado de nuestro destino, si giramos a la izquierda, llegamos en pocos metros a las ruinas del monasterio:
Monasterio de Santa María de Bonaval (Ruinas)
Situado en un paraje extraordinario, los monjes de la Orden del Cister lo eligen por la riqueza de los campos y la existencia de agua, lo que les permitía trabajar la tierra y obtener todo lo necesario para su sustento:
La Orden del Cister estableció otros muchos monasterios en toda la península ibérica, destacando Moreruela (Zamora), Monsalud, Óvila, Fitero, Rioseco, Santa María de Huerta (Soria) o Valdeiglesias (Madrid):
Se conserva un plano ideal de la abadía de Gallen (Suiza), destinado al abad Gozberto (hacia 820) prototipo de un monasterio planteado de acuerdo con la Regla Benedictina. En él se aprecia un monasterio contiene todo lo necesario para la vida del monje, de modo que no es necesario salir del mismo (dispone de edificios religiosos anexos, claustro, talleres, zonas verdes, terrenos agrícolas, zona de huéspedes y peregrinos, bodega, zona para los legos, cocina refectorio, …):
El movimiento monástico Cisterciense toma impulso en Francia a comienzos del siglo XI (1098), cuando un grupo de monjes del monasterio Cluniacense de Molesmes, abandona su comunidad para formar nueva, en la localidad de Citeaux (Cister):
La nueva orden se basa en los principios de abandonar todo signo externo de riqueza y en el propio trabajo para conseguir su subsistencia. Será el famoso «ora et labora» que distinguirá a los monjes del Cister. Su arquitectura se regirá por el denominado «Cuadrado Monástico» y las indicaciones de Bernardo de Claravall (sobre todo a imagen de Fontenay, considerado como el más puro tipo cisterciense):
El monasterio de Santa María de Bonaval fue fundado en la segunda mitad del S. XII por frailes procedentes del monasterio de Balbuena (Valladolid) con la finalidad de extender la Orden del Cister por las tierras al sur del Sistema Central:
Después de once años de estancia en la zona, el rey Alfonso VIII, en 1175, confirmó la propiedad a los monjes. Con ello el Monasterio se establecía en unas tierras compuestas por un valle fértil regado por el río Jarama con abundantes bosques y pastos para proporcionar madera, carbón y alimento para el ganado, además de canteras de piedra cercanas –piedra de Tamajón– para construir el monasterio:
Los restos que se aprecian en la actualidad datan del S. XIII. Se hicieron varias reformas en el S. XVII y finalmente fue abandonado por los monjes en 1821, pasando a manos privadas:
Del conjunto monacal se conservan; ábside, sacristía, crucero, nave meridional de la iglesia, además de algunos muros de otras dependencias:
Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1992, siendo restaurado y acondicionado para su visita por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 2018:
Una vez alcanzado nuestro objetivo, ya sólo nos queda volver sobre nuestros pasos y atravesar la bonita Hoz del Jarama, deleitándonos con otras perspectivas, que quizás se nos han pasado por alto durante el camino de ida, hasta llegar al sitio donde hemos estacionado el coche.